Autoridades estatales y federales celebraron la apertura del Centro Cultural Quinta Carolina con la develación de una placa conmemorativa y un concierto inaugural, a cargo de las Orquestas Infantiles Quinta Carolina y del Municipio de Delicias.
Luego de un recorrido y explicación de las cinco etapas de rescate, se inauguró el recinto con la participación de Sergio Reaza, director del Instituto Chihuahuense de la Cultura; Mirna Ortiz, coordinadora del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) de la Secretaría de Cultura, y Jorge Carrera, delegado del Centro INAH Chihuahua, entre otros.
A través del gobierno federal se destinaron 63.2 millones de pesos para rehabilitar y restaurar este edificio del siglo XIX, referente de la arquitectura neoclásica en el norte del país. Con lo que se desarrolló un ambicioso proyecto de recuperación de una zona monumental que colinda además con un área habitacional con altos índices de marginación.
Derivado de la labor de rescate a la que fue sometido este monumento, catalogado por el INAH como bien inmueble con valor histórico, ha sido nominado en la categoría de restauración por la XIV Bienal Nacional e Internacional de Arquitectura 2016, que el próximo 5 de octubre otorgará sus reconocimientos 2016 a los proyectos más destacados.
Para el gobierno del estado, constituye una obra modelo en la gestión, promoción y el primer espacio cultural que brindará atención al norte de la ciudad de Chihuahua, zona con mayor densidad de población del municipio.
Entre los valiosos espacios que alberga el recinto rehabilitado se encuentran: una sala de proyección y salón multiusos con capacidad para 70 personas respectivamente; sala de exposiciones temporales; área de formación y profesionalización, un centro destinado a la documentación digital, y el núcleo comunitario de aprendizaje musical.
La Quinta Carolina, uno de los conjuntos arquitectónicos más emblemáticos del Porfiriato en Chihuahua, fue construida en 1896 para albergar la Casa de Campo de Luis Terrazas, acaudalado latifundista con una riqueza que lo posicionó como el hombre más poderoso al norte de México en su época.
Al estallar la revolución en 1910, la familia Terrazas huyó del país dejando expuesta a la Quinta Carolina. El líder revolucionario Francisco Villa llegó a ocupar sus espacios como estancia del ejército que comandaba. Y existen registros que dan cuenta de su intención de establecer en ella la primera universidad fronteriza.
En la ceremonia inaugural también participó el arquitecto Luis Fernando Armendáriz Ledezma, jefe de Patrimonio Cultural del Instituto Chihuahuense de la Cultura, quien explicó a detalle los alcances del proyecto de rescate del inmueble.
Al acto asistieron además Francisco, Juan y Consuelo Muñoz, familiares de los últimos propietarios de la Quinta Carolina, quienes donaron al gobierno esta propiedad.