El quehacer de la escultora Helen Escobedo (1934-2010) en la acción artística y la gestión cultural es trascendental.
La segunda faceta, en la que resultó ser «visionaria», se aborda en “Expandir los espacios del arte: Helen Escobedo en la UNAM (1961-1979)”, exposición articulada mediante cinco archivos documentales pertenecientes a la Universidad Nacional Autónoma de México, montada en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (Muac), por conducto de su Centro de Documentación Arkheia (CDA).
Las fotografías, notas periodísticas, cartas y demás documentos reunidos provienen sobre todo del Fondo Helen Escobedo, donado al Muac, y el Fondo Histórico MUCA (Museo Universitario de Ciencias y Artes), también perteneciente al Muac. Igualmente se incluyen materiales de época y audiovisuales de la Filmoteca, Radio Universidad y el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación.
«Desde un inicio Helen sentó las bases de lo que es el museo universitario: interdisciplinario, incluyente y un territorio de debate», explicó Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales de la UNAM.
Al respecto, «su influencia perdura hasta nuestros días». La historiadora del arte agregó que «Helen era una mujer con muchas ventanas de inteligencia abiertas. Aparte de escultora, fue grabadora, tocaba el violín y hablaba varios idiomas; supongo que también bailaba».
Era «un personaje genial, entregado, apasionado de su trabajo, convencida del poder transformador del arte y de nuestras instituciones».
Sol Henaro, curadora de acervos documentales, dijo que existe «un gran compromiso por conformar un legado razonado y público desde la UNAM y para garantizar que estas producciones, que son medulares, se preserven y existan para futuras generaciones».
La historiadora del arte destacó que el desarrollo de la producción artística no reside sólo en el autor y el objeto estético. «La comunidad artística la formamos muchos agentes, críticos, galeristas, espacios independientes, teóricos, museólogos y museógrafos. Helen justo lo que hizo fue entender las prácticas artísticas de una manera extendida, ampliada. Nos interesa desplegar exhibiciones que puedan generar una lectura sobre esos agentes, no nada más el artista».
El reto fue cómo reflejar los 18 años que Escobedo estuvo a cargo de diferentes proyectos en la UNAM y comunicarlo a otros públicos no necesariamente cercanos a los archivos.
El CDA, apuntó Henaro, ha sido pionero al tener como motor la vocación de generar exposiciones sobre archivos como un dispositivo para poder comunicar y llevar éstos a la esfera pública.