La Orquesta Sinfónica Nacional conmemorará el centenario del natalicio del escritor Juan Rulfo con ‘Un siglo en llamas’, de Alexis Aranda, obra sinfónica que fue comisionada por Carlos Miguel Prieto.
El compositor Alexis Aranda señala que se trata de un “homenaje muy libre”, a través de una pieza que dura cerca de 25 minutos, y que está dividida en tres movimientos: “Colapso”, “Lamento” y “Anacronismo diabólico”.
“La decisión que tomé fue hacer un homenaje bastante libre, es decir, no pretendo de ninguna manera decir con música lo que el maestro Juan Rulfo dijo en palabras, no me atrevería. Pensé que la obra tenía que funcionar como homenaje pero también que funcionara para la gente que no ha tenido acercamiento con el escritor”.
Los primeros bocetos de Un siglo en llamas datan de febrero y aunque el título hace referencia al escritor mexicano, Alexis Aranda pensó en los sucesos que marcaron el último centenario, pues “quién negaría que ha sido uno de los siglos más caóticos y violentos que ha tenido la historia”.
Como parte del encargo, Carlos Miguel Prieto pidió al compositor una creación que “fuera desafiante para la Orquesta”, sin embargo Alexis Aranda quiso una obra difícil también para el público, “un poco retadora en el aspecto del lenguaje”.
La Orquesta Sinfónica Nacional será la agrupación encargada de interpretar Un siglo en llamas, composición divida en “Colapso”, “Lamento”, y “Anacronismo diabólico”, con lo que no se hace ninguna alusión directa a la obra de Juan Rulfo, aunque sólo los músicos podrán leer frases en sus partituras que sirvieron como detonantes para esos movimientos.
Alexis Aranda comenta que en un inicio tenía cerca de 20 frases, pero fueron tres las que lo marcaron, todas pertenecientes a Pedro Páramo, y para el primer movimiento se trató de “El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver. Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde, por el crepúsculo ensangrentado del cielo”.
El compositor sostiene que “Lamento” será un contraste con el primer movimiento, porque “Colapso” será abstracto y con movimientos irregulares. “El segundo movimiento es muy lírico, melódico, tradicional y triste, y me basé en la frase ‘Cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace’”.
Para el último movimiento, Aranda utilizó la frase “Había estrellas fugaces. Caían como si el cielo estuviera lloviznando lumbre”, y su título, “Anacronismo diabólico”, se debe al tipo de narrativa de Juan Rulfo: “Es muy lineal pero de repente hace menciones al pasado y otras que no han sucedido, por eso el anacronismo, y lo diabólico se debe a Anacleto Morones, personaje de El llano en llamas”.
El también pianista y autor de Jericó, sostiene que no tuvo ninguna complicación con la Fundación Juan Rulfo, pues de hecho las frases ni siquiera están pensadas para reproducirse en los programas de mano. “Estuve tentado a que el segundo movimiento se llamara ¡Diles que no me maten!, o Luvina, pero quise que fuera lo más libre posible”.
Además de la lectura de las obras, Alexis Aranda consultó las fotografías de Juan Rulfo, e incluso las opiniones que tenían sobre el literato mexicano, como la de de Octavio Paz, pero sin dejar de lado una característica: “Más que basarme en una narrativa, quise enfocarme en los ambientes tan fuertes, pero dentro de esos ambientes, de repente mete frases muy poéticas”.
Se prevé que Un siglo en llamas sea estrenada por la Orquesta Sinfónica Nacional el 16 y 18 de junio en el Palacio de Bellas Artes, conciertos en los que la agrupación estará a cargo de Carlos Miguel Prieto, director a quien Alexis Aranda dedica su composición.