Experiencia y juventud distinguen al dueto mexicano de nado sincronizado integrado por Nuria Diosdado y Karem Achac, en la actualidad es el décimo mejor del mundo y buscará en Río 2016, mejorar el noveno sitio que las hermanas Erika y Lilian Leal alcanzaron en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.
Diosdado y Achac lograron su calificación olímpica en el quinto puesto entre un total de 27 parejas participantes en el Preolímpico de Nado Sincronizado celebrado a principios de marzo en Río de Janeiro 2016.
“Aspiramos a estar entre las 10 mejores o más”, ha dicho la entrenadora Adriana Loftus, luego de ver la evolución que ha tenido la pareja mexicana.
“Hemos recibido comentarios de que México se ha visto muy superior de lo que era antes, y con mucha fuerza”, destacó por su parte Nuria Diosdado de 25 años de edad, para quien tendrá su segunda cita olímpica en Río 2016, después de la de Londres 2012.
“Yo competí en Londres 2012 fui lugar 17 y quiero tener un avance enorme, quiero estar entre los primeros 10 y que estemos ahí metidas, pegándoles a los países que antes no nos volteaban a ver y hoy preguntan qué es lo que hace México. Eso es lo que quiero, que tengan miedo de las mexicanas”.
Desde el punto de vista de Karem Achac, “será difícil subir por una medalla en los meses que quedan, pero le estamos pisando los talones a Francia y Grecia. Que esos países sean nuestros rivales directos, eso ya es algo histórico para México”, agregó la yucateca quien en Río 2016 hará su debut olímpico, hecho que la hace sentirse muy emocionada.
Para llegar a la final olímpica, el dueto mexicano tiene que colocarse primero entre los 12 mejores participantes.
En las últimas cuatro ediciones de los Juego Olímpicos, las representantes de Rusia se han llevado todas las medallas de oro.
Nuria cuenta que su primer contacto con la disciplina fue desde los cinco años de edad en un club privado en su natal Guadalajara, donde se le detectó que tenía las cualidades de la elasticidad, creatividad, entrega y constancia. Desde entonces se ha dedicado a este deporte que considera un arte, el de hacer ballet bajo el agua.
Un momento gris en su carrera lo tuvo cuando perdió sus seis medallas de oro en los JCC de Mayagüez 2010 por dar positivo de doping por clenbuterol, y aunque señala fue un momento triste no le gustaría borrarlo porque le ayudó a crecer.
Karem al igual que Nuria, desde niña sintió una fuerte atracción por el nado sincronizado, hasta llegar a formar parte de la selección nacional, “superé etapa por etapa y cada paso que di significó mayor responsabilidad”.
Ahora ya como seleccionada olímpica aseguró que, “no iremos a competir nada más, iremos pensando en que tenemos que superar nuestras propias metas anteriores”.