El Abierto de Francia tiene dueño, el español Rafael Nadal, quien este domingo hizo válidos los pronósticos para coronarse por novena ocasión en su carrera, como el número uno del mundo y agrandar su leyenda.
Una dura prueba tendría este domingo en la cancha Philippe Chatrier ante el número dos del orbe el serbio Novak Djokovic, quien soñaba con su primer Roland Garros y con recuperar la cima del ranking mundial, y la superó al imponerse por parciales de 3-6, 7-5, 6-4 y 6-2, en tres horas y 31 minutos.
Tuvieron que pasar 44 minutos para que el español tomara ventaja en el partido. Fue decisivo el octavo “game”, cuando logró el único rompimiento hasta ese momento para adelantarse 5-3, ventaja que ratificó con su servicio.
Nadal, un incansable jugador, sobre todo en su territorio, la arcilla, perdió las últimas cuatro finales que disputó contra el serbio, dos en 2013 y dos el presente año, por lo que sacudirse esa racha negativa era imperativo, y más en un torneo como Roland Garros.