Se les acabaron los discursos, continuaron las malas palabras y hasta billetes hubo sobre el escenario del Barclays Center de Nueva York para la tercera parada promocional del encuentro que tendrán en el ring de la T-Mobile Arena de Las Vegas el estadounidense Floyd Mayweather y el irlandés Conor McGregor.
Esta vez sin traje, con un abrigo novedoso, un pantalón extravagante y por momentos con el torso descubierto, McGregor descartó que cualquier parte de su discurso tenga tintes racistas y minutos después Mayweather citó una y otra vez que un guerrero no puede rendirse, y él ya lo hizo más de una vez.
“Aquí tienen al mejor de todos los tiempos, Conor está aquí”, dijo la estrella de la UFC.
“Huelo a victoria y a perra, esto es trabajo fácil, le ganaré al que le gusta rendirse”, respondió Floyd, quien agregó: “Esta es mi casa y pongo las reglas, yo soy el que ganará el dinero de verdad. Eres un peleador de tres millones y yo soy un peleador de 800 millones, pónganle música para que baile para mí”.
Con más de dos horas de espera, los aficionados al final salieron contentos del evento porque show querían y hubo. En el momento más álgido de la presentación, Floyd comenzó a sacar billetes de su bolso y comenzó a aventárselos a Conor para demostrarle que el del dinero era él, aunque le recriminaron que eran billetes de a dólar. Los billetes fueron recogidos casi como basura al término del show.
En otro momento, Mayweather le pidió a su gente de seguridad rodearan a McGregor y los que acompañaban al irlandés trataron de detenerlos mientras Floyd celebraba su jugada con los aficionados. “21 años, cinco divisiones”, le decía Mayweather a Conor una y otra vez antes de recordarle que era un cobarde.
“Un guerrero no se rinde”, le decía Mayweather que en Los Angeles le había recordado que era alguien que le gustaba rendirse. “He estado en la cima por 21 años y ¿prefieren al que se rinde?”, se preguntaba una y otra vez.
Como se ha acostumbrado, la gente está con McGregor, y Floyd no se ha intimidado, sabe actuar bien y esta vez no fue la excepción, ya que dejó sin palabras a Conor al menos un par de veces y tuvo esta vez más recursos para ofrecer espectáculo. Los dos, por cierto, entraron bailando al escenario.
Para este viernes, los peleadores cerrarán su tour cuando se presenten en la SSE Arena de Wembley, Inglaterra, para reportarse a sus campamentos de cara a la pelea del 26 de agosto que distribuirá en pago por evento la cadena Showtime.