Berlín acoge este fin de semana por segundo año consecutivo una nueva edición del Festival Internacional de Música Lollapalooza, con Radiohead y Kings of Leon como estrellas del cartel.
Tras el éxito de la edición de 2015 en la capital alemana, el famoso festival de música indie, pop y rock con origen en Arizona (EEUU) vuelve a repetir destino fuera de Estados Unidos.
Las entradas para Lollapalooza están agotadas desde el miércoles y la organización espera a 140.000 participantes en todo el festival, cifra significativamente superior a los 100.000 de la edición anterior.
En un principio, la idea era repetir el escenario del año pasado en el antiguo aeropuerto de Tegel, pero varios de sus hangares son utilizados hoy como centro de acogida a refugiados y se optó por trasladar el festival al Treptower Park (este de Berlín), extenso parque a orillas del río Spree.
Con un 45 bandas musicales internacionales, Berlín vivirá dos días llenos de música en vivo, con secciones de comida, espacio verde (Grüne Kiez), arte callejero (Lolla Fun Fair) y actividades para niños (Kidzapalooza).
La banda de rock estadounidense, King of Leon (sábado) y la británica de rock alternativo, Radiohead (domingo) serán los encargados del cierre de cada jornada y serán los únicos conciertos que realizarán ambos grupos en Alemania.
La capital alemana es la cuarta ciudad escogida para recibir al festival, y la única de Europa, antecedida por varias ediciones en países latinoamericanos como Chile (2011), Brasil ( 2012) y Argentina (2014).
Lollapalooza, significa, según el diccionario, algo genial o maravilloso y fue concebido en 1991 por el cantante de la banda estadounidense Jane’s Addiction, Perry Farrell.
Tras varias exitosas ediciones, el festival se dejó de celebrar en 1998, después de que el año antes la esencia del mismo se perdiese con la introducción de música electrónica, según coinciden en afirmar los expertos.
Farrell trato de revivir sin éxito en 2003 el festival, pero no fue hasta 2005 cuando Lollapalooza volvió a despegar con una localización fija, en el Grant Park de Chicago.
Tras el éxito conseguido con su renacimiento, Farrell anunció en 2010 que, por primera vez, Lollapalooza se iba a celebrar fuera de Estados Unidos, con Chile como país escogido.