A los fans de Harry Potter les espera un regalo de Navidad anticipado en Londres. En la Biblioteca Británica puede verse a partir del viernes «Harry Potter: Historia de la magia», una muestra organizada con motivo del 20 aniversario de la publicación del primer libro sobre el aprendiz de mago.
Historia de la magia nunca fue una de las asignaturas favoritas para los personajes de los libros de J.K. Rowling. Sin embargo, esta muestra, que ha tomado prestado ese nombre, gustará a los seguidores de la saga.
La exposición gira precisamente en torno a las materias que cursan los alumnos de la escuela de magia Hogwarts y arroja luz sobre las leyendas y mitos en los que se inspiran las novelas de Rowling.
En la Sala de la alquimia, por ejemplo, puede verse un manuscrito de seis metros de largo del siglo XV que supuestamente describe cómo fabricar la Piedra Filosofal. Y en el apartado de «Criaturas fantásticas» reposan los supuestos restos de una sirena japonesa.
«La exposición consigue tender un puente entre las antiguas leyendas populares, las supersticiones y el universo de Harry Potter», apunta la comisaria de la exposición, Joanna Norledge.
Entre rollos de hechizos, escobas y bolas de cristal hay también algunas sorpresas, como la «capa de invisibilidad» que intentan ver en vano los «muggle” (no magos) tras una vitrina de cristal.
En salas como la dedicada a la «Defensa contra las artes oscuras» o a las «Pociones» aguardan libros, ilustraciones y objetos que remiten a mitos e historias de brujería.
Las piezas procedentes del archivo de la British Library están acompañados por dibujos de Jim Kay, encargado de ilustrar los tres primeros libros de Harry Potter.
La exposición, que puede verse hasta el 28 de febrero, no sólo cuenta con antiquísimas piezas o elementos interactivos. También hay objetos personales de Rowling, como un capítulo escrito a mano y diseños iniciales de los personajes que ven la luz por primera vez.
Especialmente emocionantes son los que documentan el proceso creativo y las penurias que pasó la escritora con el primer tomo. Como por ejemplo, el pedazo de papel en el que la hija del fundador de la editorial Bloomsbury escribió su opinión sobre la obra. «Creo que es el mejor libro que se le puede dar a leer a una niña de ocho años», afirmó. Lo que siguió a esa crítica es la historia de un best-seller.
Veinte años después de su llegada a las librerías, Harry Potter sigue batiendo récords. Según la British Library, antes de que se inaugure la exposición ya se habían vendido más de 30 mil entradas, por encima de cualquier otra muestra que haya organizado la institución.
(Con información de Excélsior)