Con 127 obras, entre carteles, fotografías, boletines y una prensa litográfica, la exposición La Sociedad Mexicana de Grabadores (1947-1971). Una plataforma para la promoción y difusión de la Estampa dará a conocer el trabajo de este colectivo que tuvo entre sus filas a Abelardo Ávila, Angelina Beloff, Pedro Castelar, Lola Cueto y Ángel Zamarripa, entre otros.
Con más de dos décadas de vida, la Sociedad Mexicana de Grabadores se caracterizó por promover las creaciones de los artistas que se dedicaban al grabado. “Difundían la obra de los propios miembros de la agrupación y también organizaron exposiciones de otros artistas, tanto de México como del extranjero”, dijo Eduardo Espinosa Campos, curador de la muestra.
Durante la presentación de la exposición, que se exhibe desde hoy en el Museo Nacional de la Estampa, Espinosa estuvo acompañado de Santiago Pérez Garci, director del recinto, quien habló de la importancia de la exhibición: “Es un proyecto muy importante porque da cuenta de uno de los referentes más importantes del quehacer gráfico del siglo XX en México. Su relevancia radica en que es un capítulo poco estudiado en la historiografía del arte mexicano”.
El curador de la exhibición, Eduardo Espinosa Campos, también miembro del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap), explicó que la muestra es el resultado de una investigación que duró cerca de cuatro años y mencionó que en México no se había realizado una exposición de la Sociedad Mexicana de Grabadores.
“A diferencia de la pintura, el grabado, al igual que la escultura, no tenían el suficiente espacio en galerías y museos. Una de las contribuciones de la Sociedad Mexicana de Grabadores fue que tuvo como logro dar a conocer y revalorizar el grabado como una técnica artística dentro del arte. Tan es así que en 25 años realizaron cerca de 70 exposiciones”, añadió Eduardo Espinosa.
La Sociedad Mexicana de Grabadores (1947-1971). Una plataforma para la promoción y difusión de la Estampa, que forma parte del 30 aniversario del Museo Nacional de la Estampa, se divide en tres núcleos: Fundación y organización de la sociedad mexicana de grabadores, los vínculos de la sociedad con otras instituciones y promoción del grabado.
La Sociedad Mexicana de Grabadores fue fundada por 12 miembros y en un inicio hubo tres socios honorarios, números que no siempre fueron constantes. “A lo largo de 24 años, la Sociedad logró reunir a 47 grabadores, no sólo de México sino también del extranjero. Aunque no siempre fueron los mismos, alguna veces habían más, a veces menos”, comentó Eduardo Espinosa.
Otra de las particularidades de la Sociedad Mexicana de Grabadores fue el papel de la mujer: “La agrupación se caracterizó porque sin importar el género se difundían sus obras e incluso se sabe que hubo mujeres en diferentes cargos de la Sociedad, con lo que se convirtió en un antecedente importante de la apertura del arte femenino”, señaló Eduardo Espinosa.
El curador dijo que la muestra se conforma de 127 grabados en diferentes técnicas, 74 documentos, en originales y facsimilares. Además de una prensa tipográfica y litográfica que se ubica como enlace entre La Sociedad Mexicana de Grabadores y la Escuela de las Artes del Libro, una donación que fue realizada después de que dicho plantel ya estaba conformada como Escuela Nacional de Artes Gráficas.
Para difundir las obras, La Sociedad Mexicana de Grabadores contó con Estampa, una publicación que de 1951 a 1956 tuvo 15 números, en el dan cuenta del quehacer de dicha organización
La Sociedad Mexicana de Grabadores… alberga creaciones de Angelina Beloff, Lola Cueto, Manuel Echauri, Óscar Frías, Ángeles Garduño, Francisco Moreno Capdevila, Isidoro Ocampo, Mariano Paredes y Ángel Zamarripa, por mencionar algunos.
A lo largo de la muestra se pueden ver creaciones en las que fueron representados paisajes de siembras o pastizales, máscaras, carnavales, un espacio dedicado en el que cobran vida mujeres en diferentes facetas, desde la niñez hasta una etapa adulta. Asimismo, festividades como Semana Santa o Día de muertos. La mayoría fueron realizadas en blanco y negro, aunque también hay un espacio en el que se pueden ver producciones a color.
A la par, en el Museo Nacional de la Estampa se presentará Territorio y representación, de Coral Revueltas, propuesta en la que la artista partió del concepto de mapa para construir una serie de grabados de gran formato en la que aplicó recursos técnicos de la estampa tradicional y tecnologías de impresión digital.