Con cada nueva nominación a los Oscar, Meryl Streep bate su propio récord.
La actriz estadounidense de 67 años tiene ya 20 nominaciones a los premios anuales de la Academia de Cine de Hollywood (16 como actriz protagonista, 4 como actriz de reparto), de los que ha conseguido 3.
También cuenta con el récord de nominaciones a los Globos de Oro (30), de los que ha ganado 8, más que ningún otro actor (masculino o femenino).
Fuera de las pantallas, recientemente cobró notoriedad por sus contundentes palabras hacia el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al recoger el premio Cecil B. DeMille por su trayectoria artística en la gala de los Globos de Oro del pasado 8 de enero.
Meryl Streep tiene uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood: desde 1978 está casada con el escultor Don Gummer. La pareja tiene cuatro hijos.
Pero a este matrimonio Streep llegó marcada por una trágica experiencia amorosa.
La actriz conoció al actor John Cazale, cuyo papel más conocido fue el de Fredo Corleone en la saga de «El padrino», mientras protagonizaban juntos la obra de teatro Measure for Measure. Era el verano de 1976.
Pero el romance no duró mucho. Pocos meses después de que ella se mudara al apartamento de Cazale en Manhattan, el actor fue diagnosticado con un cáncer de pulmón en estado avanzado.
Pese a su extensa carrera en el cine, el teatro y la televisión, Meryl Streep no es una persona que demande atención o busque conseguir cada vez más seguidores en las redes sociales.
De hecho, si bien optó por una forma de vida de exposición pública, Streep es conocida por su introversión.
Quienes la conocen aseguran que se prepara minuciosamente para poder convertirse en cada uno de los personajes que interpreta y para superar el pudor que le supone colocarse frente a la cámara.
Una de las películas que marcó la que luego sería una exitosa carrera de cine es «Kramer contra Kramer», de 1979.
Con ella logró su segunda nominación a un Oscar y consiguió su primera estatuilla, como mejor actriz de reparto.
Pero lo que no es tan sabido es la difícil relación profesional que tuvo con su compañero de rodaje, Dustin Hoffman.
En la película, Hoffman y Streep interpretan a Ted y Joanna, una pareja que se divorcia y se disputa la custodia de su hijo de 7 años.
En el segundo día de rodaje, algo sorprendente ocurrió en la grabación de la primera escena de la película en la que Ted sigue a una Joanna histérica por el pasillo.
Mientras esperaban para comenzar a grabar, Hoffman abofeteó a Streep y le dejó una marca roja en la cara.
El director de la película, Robert Benton, pensó que aquello era el fin, que la actriz renunciaría al trabajo y denunciaría a Hoffman ante el Sindicato de Actores.
Sin embargo, Streep continuó con la escena y la película se convirtió en un éxito, aunque la relación entre los actores fue muy complicada.
Ha interpretado a la perfección el inglés con acento australiano, británico, danés e italiano o Bronx neoyorquino.
Para conseguir el papel principal en Sophie’s Choice («La decisión de Sophie», por la que ganó su primer Oscar como actriz principal), se lanzó al suelo y rogó por el papel protagonista, ya que William Styron, autor de la novela, quería que fuera Ursula Andress.
Fue tan convincente como Sophie que cuando grabaron en exteriores, los residentes pensaron que realmente era polaca.
Años antes, cuando la actriz hizo las pruebas para la segunda parte de King Kong, el productor Dino DeLaurentis le dijo a su hijo, en italiano, que la actriz era «demasiado fea para el papel».
Streep le sorprendió respondiendo en un fluido italiano.