En su faceta de director usa en” Suburbicon” la comedia más alocada para tratar un asunto tan serio como la discriminación racial, una película con la que gustó mucho en Venecia, tanto como los halagos que le regaló la pareja protagonista, Matt Damon y Julianne Moore.
“Cuando miras el calibre de la atención que genera, el hecho de todo el mundo quiere trabajar con él, su equipo, te das cuenta de la cantidad de talento que tiene y atrae”, afirmó Moore.
Mientras que Damon bromeó para explicar su excelente relación con Clooney: “He hecho 7 u 8 películas con George y la clave está en que cuando te pide hacer algo, debes hacer lo contrario. Así siempre sabes exactamente lo que hacer y todo sale genial”.
Con un guion de los hermanos Coen, cuyo estilo se nota mucho en la película, Clooney construye una historia que originalmente iba a situarse en los años ochenta pero que se trasladó a los cincuenta para demostrar que el problema del racismo existía y existe.
El actor y director situó a una loca familia en medio de la historia, para que contrastara aún más con la atención que provoca la mudanza de una familia afroamericana a un idílico vecindario habitado solo por gente de raza blanca.
La narración avanza vertiginosamente al mismo ritmo que se descontrola el personaje de Gardner, el padre de esa no tan perfecta familia de blancos, al que interpreta Matt Damon.
“El loco de Matt Damon es gran parte de la diversión”, reconoció Clooney, mientras que el productor Grant Heslov apostillaba: “Este personaje es lo más cercano al Matt Damon real que nunca hemos visto”.
Gardner es un marido perfecto casado con Rose. La pareja vive en una preciosa casa con su hijo Nick y la hermana de la mujer, Maggie, con la gracia de que a las dos hermanas las interpreta Julianne Moore.
Y a la casa de al lado se muda una pareja afroamericana, con un hijo de la misma edad de Nick, lo que provoca toda una revolución en esta comunidad que parece sacada de un anuncio. Pero la violencia no está en el lado que todos creen.
“Rose tiene la vida perfecta que quiere Maggie y entonces surgen las complicaciones de la comedia y la parte de hacer de mala fue muy interesante. Además George encontró el tono perfecto para la historia”, precisó la actriz, una habitual del Festival de Venecia, donde en 2002 se llevó la Copa Volpi por Far from Heaven (Lejos del cielo).