Idina Menzel lista para Frozen 2

 

Con el estandarte de hacer de este mundo uno más equitativo, con igualdad de derechos y oportunidades, Menzel dedica su tiempo fuera de los reflectores a la Fundación BroaderWay, que cofundó en 2010. Idina ofrece a chicas de comunidades marginadas un lugar para la expresión y la creatividad, a través de programas centrados en las artes.

Para hablarle directamente no sólo a las mujeres de su fundación, sino en todo el orbe, la actriz echa mano de los personajes que interpreta. El siguiente será dar voz una vez más a Elsa en la secuela del filme Frozen, reto para el que está más que lista.

“Definitivamente formó parte de Frozen 2. (Los productores) han pasado mucho tiempo desarrollando la historia, aún no se han decidido el resto de los actores, pero me han dicho que este verano quieren comenzar los trabajos. Tienen todo como un gran secreto, pero voy a dar vida a Elsa. Me emociona mucho que la gente verá otro lado de ella.

“Conocerá más de su historia, pero esta vez íntimamente. Estoy entusiasmada por regresar con mi familia de Disney, entrar al estudio para jugar y divertirme. Eso es lo genial de hacer una cinta animada, llegas, no tienes maquillaje, puedes actuar, cometer errores, intentar nuevas cosas y no hay presión”, explica Menzel en entrevista telefónica con Crónica.

Menzel interpretó “Let It Go”, gracias a la cual los escritores Kristen Anderson-López y Robert López se alzaron con el Oscar. Idina es también acreedora al máximo galardón del teatro en EU, el Tony a Mejor actriz principal en un musical, por Wicked (2004). El recibir esas distinciones por su trabajo la hacen sentirse honrada, aunque no significa que el camino sea más fácil.

“Ser parte del triunfo (de la canción) ha sido uno de los más grandes logros en mi vida, siempre quise cantar una pieza importante en el cine; el hecho de que resonara en tanta gente, especialmente joven, fue un gran regalo. Estoy feliz de atraer estos proyectos, donde puedo ponerme la piel de un personaje que es tan importante para la audiencia, porque se ven reflejados y los inspira.

“El Tony sí me abrió algunas puertas, pero la industria del entretenimiento tiene sus pros y contras, altas y bajas, así que algunas veces con todo (y el premio) no pasa nada (risas). Pero me ha dejado la oportunidad de viajar por el mundo, cantando y tener esa autonomía como artista me empodera”, asegura Menzel.

La estrella de Broadway, con modestia, se limita a agradecer la oportunidad que actualmente tiene de presentar en diversos escenarios el que considera su álbum “más introspectivo”: Idina. Ese logro, que poco tiene que ver con los premios, sino más bien por su talento vocal, la pone al lado de grandes estrellas y la intérprete lo aprecia.

“Te pone al lado de otros creadores exitosos, de artistas que son una inspiración, para poder aprender de ellos y tener el reto de estar a su altura”, abunda.

Autenticidad y vulnerabilidad son los aspectos que Idina Menzel considera importantes para entregar una actuación memorable. El filme de Lifetime Eternamente amigas le permitió confirmarlo, al superar su temor de presentar una versión moderna del clásico de 1988, protagonizado por Bette Midler, a quien la histrión admira profundamente.

“Me siento muy agradecida de que en mi carrera he podido interpretar a tantos personajes inspiradores, considero un regalo ponerme sus zapatos, porque en mi vida personal no he sido la mujer más segura. Roles como CC Bloom de Beaches, Elphaba en Wicked o Elsa en la animación Frozen toman riesgos, se lanzan a la aventura y abrazan lo que las hace únicas.

“No tienen miedo de ser ellas mismas, eso empodera a cualquier generación (…) Cuando haces un remake es importante rendir tributo al filme original, más aún cuando es amado por tantas personas. Cada vez que mi nombre se dice junto al de Bette Midler, lo considero un honor. Siempre ha sido una inspiración para mí, la he estudiado toda mi vida, es una heroína”, asegura.

En la cinta, Menzel puede una vez más alzar su voz en un tema icónico: “Wind Beneath My Wings”, popularizado por Midler. Idina y los productores le inyectaron tintes de actualidad. “Fue una de las razones por las que dije sí al remake. Fui cantante de bodas y Bar Mitzvah en mi juventud, solía cantarla tres veces cada fin de semana, así que es literalmente parte de mí.

“Crecí con esa canción, me permite escuchar cómo mi voz ha evolucionado al entonarla. Fue genial reencontrarme con ella y tener un acercamiento, después de tantos años, más moderno, pero manteniendo lo clásico de su ritmo y letra. Fue muy divertido en el estudio, me siento muy bien con esa grabación”, finaliza Menzel.