La legendaria banda de heavy metal Iron Maiden provocó la locura de sus 20 mil 600 fans en el concierto que ofreció en el Palacio de los Deportes, donde presentó un espectáculo nuevo influenciado en la cultura maya.
Durante dos horas, la alineación británica mostró su poder musical y presentó los temas de su reciente producción discográfica «The book of souls», nombre que tiene también su actual gira mundial, con la que en fecha reciente visitó Monterrey, Nuevo León.
Luego del «show» de apertura del grupo estadunidense Anthrax, que calentó motores para esta fiesta durante casi 45 minutos, los anfitriones arribaron el escenario del «Domo de Cobre».
Bruce Dickinson (voz), Steve Harris (bajo), Dave Murray (guitarra), Adrian Smith (guitarra), Janick Gers (guitarra) y Nicko McBrain (batería) derrocharon toda su energía tras llegar al país en su avión privado llamado «Ed Force One», con el que llegarán a los 35 países que tienen programados en su «tour».
En su primera fecha de dos en este recinto, Iron Maiden cautivó con su alta dosis de rock, llena de decibeles y riffs, además de su producción, que incluyó destellos de humo y un escenario como si los asistentes estuvieran en una pirámide de la Riviera Maya.
Tras un video animado reproducido en pantallas, en el que se mostró al «Ed Force One» salir de una jungla, se iluminó el entarimado con la imagen de Chichén Itzá reflejada en una manta dispuesta al fondo del escenario.
Asimismo, cuatro antorchas con fuego se iluminaron para dar paso a las primeras canciones de esta cita: «If eternity should fail», «Speed of light» y «Children of the dammed», con las que todos empezaron a brincar, bailar y gritar.
«¡Hola México!, es genial estar en este país, bienvenidos a nuestro ‘show’, gracias por venir, nos inspiramos en la Riviera Maya, donde hicimos la sesión para el disco», declaró el vocalista, quien indicó que se inspiraron en esta cultura.
Dickinson, que superó el cáncer de lengua que padecía, encantó a su séquito con temas como «Tears of a clown» y «The red and theblack», con el que todos mostraron su puño hacia arriba.
En «The trooper» apareció ondeando una bandera de Inglaterra y en «Powerslave» se colocó una máscara de «Blue Demon» que provocó una gran ovación de su público.
«Ustedes saben que México contó con bastantes civilizaciones que ahora ya no están, que se han olvidado, pero que ayudaron para convertirse en lo que es el presente», mencionó luego de «Death or glory» y «The book of the souls».
La mascota de la agrupación estuvo en todo momento durante el espectáculo, ya sea en imágenes, en el escenario o de forma presencial vestido como maya, con un taparrabo, en rolas como «Hallowed be thy name», «Fear of the dark» e «Iron Maiden».
«Mis amigos, amamos México, muchas gracias por esta noche tan especial, no importa de dónde seamos, de Inglaterra, Europa, África, Estados Unidos, todos somos una gran familia», aseveró el intérprete, luego de deleitar con «The number of the beast», en la que apareció la figura de una bestia.
«Blood brothers» y «Wasted years» fueron los últimos temas del «show», con los que el grupo recibió del público metalero una Bandera de México y un brasier.