La región sur de nuestro país, han confirmado los organizadores del Festival Internacional de Cine de San Cristóbal de las Casas (FICSCC) —el cual realiza su segunda edición del 8 al 11 de diciembre—, es amante de la cinematografía, no sólo nacional sino de otras latitudes. Con ello en mente, la novel plataforma ofrece una mirada dedicada a temas fundamentales.
Sin excluir del todo el palmarés de certámenes realizados en Cannes, Berlín, Venecia, Toronto, San Sebastián o Karlovy Vary, la oferta del FICSCC se centra en mostrar filmes en torno a tres temas: migración, sustentabilidad alimentaria y contacto entre cosmovisiones y formas de vida.
“Tenemos muy claro que en una ciudad como San Cristóbal de las Casas queremos llevar una propuesta (de cine) internacional en términos de programación, que acerque al público a películas poco comerciales para provocar una reflexión. Tenemos una competencia de documental y ficción muy variada.
“El año pasado tuvimos más de 20 mil espectadores, muchos afortunadamente, y nos enorgullece decirlo, eran locales, el público de San Cristóbal sí va a las salas y mucha gente viajó para ser parte de esta fiesta del cine y del diálogo con los cineastas”, dijo Andrea Stavenhagen, en entrevista con Crónica.
Debido a la reducción en días de realización del FIC de San Cristóbal de las Casas no se tendrá en esta ocasión a un festival invitado y algunas de las secciones desaparecieron; sin embargo, la programadora aseguró que ello no afectará en la calidad de cintas. Será El árbol del abuelo (2016), dirigida por Icíar Bollaín y escrita por Paul Laverty, la función inaugural.
“No es un festival de películas premiadas necesariamente, pero tenemos a la ganadora del Oso de Plata de Berlín y de Una Cierta Mirada. Hay títulos importantísimos que vienen presentados, a veces, por una persona del equipo y si no, por expertos en el tema”, adelantó Stavenhagen. La tortuga roja (2016) de Michael Dudok de Wit clausurará las actividades.
La segunda edición del FICSCC mantiene con la exhibición de In Between de Maysaloun Haumoud, Ordinary People de Eduardo Roy, Before the Streets de Chloé Leriche, Esa era Dania de Dariela Ludlow, Aquí no ha pasado nada de Alejandro Fernández Almendras y Mimosas de Oliver Laxé su premisa fundamental.
“El festival quiere despertar en el público de Chiapas un interés no sólo artístico, sino social de asistir a las salas, de hablar de temas urgentes, participar en un diálogo y de que las películas que van a ver detonen esa reflexión”, finalizó Stavenhagen.
