Los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra participan en el rodaje de un documental para “defender” el nombre de su madre, Diana de Gales, fallecida en un accidente en París en 1997, informó la cadena pública BBC.
En la pieza de 90 minutos, cuyo nombre provisional sólo es Diana, ambos hermanos hablan sobre la semana que siguió a la muerte de su madre, desde el momento en el que conocieron la noticia de su accidente hasta el funeral.
“Parte de la razón por la que Enrique y yo queremos hacer esto es porque sentimos que se lo debemos”, dice el duque de Cambridge, tercero en la línea de sucesión en el trono británico, en un momento del documental que ha avanzado la BBC.
“Uno de los elementos en que intervine (en la decisión de participar en el rodaje) es la sensación de que le fallamos cuando éramos más jóvenes. No la pudimos proteger. Sentimos que, al menos, veinte años después debemos defender su nombre y recordar a todo el mundo el tipo de persona que fue”, reflexiona el príncipe, de 34 años.
Amigos cercanos de Diana, figuras políticas y periodistas, algunos de quienes hablan por primera vez en público sobre la muerte de la princesa, aparecen, asimismo, en un documental que la cadena británica está preparando de cara al veinte aniversario de la muerte de Diana, el 31 de agosto.
El príncipe Enrique, de 32 años, revela, por su parte, en el programa que las innumerables muestras de solidaridad que levantó en todo el mundo el fallecimiento de su madre supusieron una “conmoción” para él.
Al mismo tiempo, fue algo hermoso, emocionante. Mirando ahora hacia atrás, fue increíble que nuestra madre dejara una impresión tan enorme en tanta gente”, sostiene el príncipe, que tenía 12 años cuando Diana falleció.
“Cuando eres tan joven y te ocurre algo así, creo que se queda grabado, aquí y allí, en el corazón y en la cabeza, y permanece durante mucho, mucho tiempo”, explica Enrique en el documental.
El hijo menor de la princesa, que en abril reveló por primera vez que ha asistido a terapia para comprender mejor sus emociones y aceptar la muerte de su madre, asegura que “nunca será fácil” para él y su hermano hablar sobre ese tema.