Debido a que el manejo de residuos sólidos urbanos (RSU) se ha convertido en un grave problema para la sociedad, investigadores del Instituto Tecnológico de Orizaba (ITO) desarrollan un nuevo proceso de tratamiento de residuos sólidos municipales.
Los especialistas comentaron que el reto va más allá de la recolección, pues el problema que experimentan las amas de casa al tener que esperar al camión de la basura, es sólo el principio de una cadena de problemas que se viven en todo el proceso del ciclo que debe cumplir la gestión de RSU.
Es decir, explicaron, existen retos que van desde la generación, la recolección, la recepción y compactación, el transporte y la etapa final de separación.
Especificaron que en la última etapa, la dificultad radica en el tratamiento adecuado de gases y el óptimo tratamiento de líquidos; en donde el problema consiste en saber que se hará con los residuos y contar con la tecnología necesaria para darle el uso correcto.
En ese contexto, el ITO gestiona un proyecto para dar un mejor tratamiento a los residuos sólidos municipales, y cuya tecnología podría aplicarse en un futuro para los RSU a gran escala.
En entrevista para la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el profesor Alejandro Alvarado Lassman dijo que el proyecto surgió en 2008; sin embargo, el nuevo enfoque nació luego de tomar la parte líquida de los residuos sólidos y darle el mismo tratamiento que se le daba a las aguas residuales.
“Es decir, separamos la parte líquida (más del 80 por ciento) y le aplicamos un tratamiento en reactores de alto desempeño, lo cual facilita la degradación de los residuos sólidos, acelera el proceso y reduce el espacio necesario para llevarla a cabo”, apuntó.
Alvarado Lassman mencionó que se trata de un proceso totalmente nuevo que conlleva innovación tecnológica y que incluso derivó en un trámite de patente de un reactor anaerobio híbrido (Mx/a/2011/014043).
“La parte innovadora de este proceso radica en el uso de biopelículas para realizar la degradación de la fracción líquida de los residuos sólidos municipales. Son precisamente esas biopelículas las que ayudan a acelerar la degradación de los residuos”, describió.
Manifestó que en el ITO cuentan con una planta piloto que tiene un triturador que ayuda a separar la parte sólida de la fase líquida.
“Son generalmente residuos que recibimos de los mercados locales, los cuales cuentan con un gran contenido de residuo orgánico. Se hace una separación previa de lo orgánico e inorgánico”, definió.
Después, dijo, se realiza un proceso de filtración para recuperar la fase líquida en un tanque de almacenamiento.
“La parte sólida se recupera en una criba, ya que también es propicia de ser aprovechada, pero eso lo trabajaremos en otra fase del proyecto”, expuso.
Destacó que ya en el tanque se somete a un proceso previo de hidrólisis en un reactor anaerobio, después el líquido se divide en dos partes; una que va a un reactor tradicional de tipo EGSB y otra al reactor que funciona con base en un lecho fluidizado inverso en configuración híbrida.
Alvarado Lassman anotó que la siguiente fase del proyecto será su escalamiento a nivel industrial y que se buscará su implementación a nivel de las comunidades, es decir, para el tratamiento de RSU.