La Corte Constitucional colombiana aprobó hoy de manera definitiva el matrimonio de parejas del mismo sexo tras un largo camino en el que la comunidad LGTBI ha ido conquistando progresivamente sus derechos.
La aprobación llegó hoy después de que los magistrados del alto tribunal aprobaran una ponencia favorable a la unión homosexual por seis votos a favor y tres en contra.
Sin embargo, el camino hacia la aprobación definitiva comenzó el pasado 7 de abril, cuando los mismos magistrados votaron en contra de otra propuesta que definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
Se dio entonces una enorme confusión en la comunidad LGTBI y los propios medios colombianos, que entendieron que esa primera decisión suponía la aprobación final de la unión de parejas del mismo sexo.
Con la decisión de hoy, Colombia se suma al grupo de países latinoamericanos que conforman Brasil, Argentina y Uruguay, que han aprobado el matrimonio de parejas del mismo sexo.
Además, México también ha abierto la puerta a los matrimonios homosexuales, si bien ya se venían realizando en la capital y en los estados de Quintana Roo y Coahuila.
En el país norteamericano rige desde junio una decisión de la Corte Suprema que permite los matrimonios cuando son tramitados ante un juez.
En Colombia el camino ha sido largo para la comunidad LGTBI, y el mayor paso lo dio también la Corte Constitucional cuando en noviembre de 2015 aprobó la posibilidad de que las parejas del mismo sexo adopten niños en igualdad de condiciones a las heterosexuales.
Hubo entonces una reacción de los sectores más conservadores de la sociedad colombiana que lideró el procurador general, Alejandro Ordóñez, quien se convirtió en el azote de los derechos de los homosexuales.
Pese a esa oposición, la comunidad LGTBI fue dando pasos adelante en la asunción de sus derechos: reconocimiento de matrimonios mixtos registrados en el exterior, registro de hijos concebidos en el exterior por parejas del mismo sexo o la misma adopción, entre otros.