El arándano no es muy común en las mesas mexicanas. Quizás lo hayas encontrado adornando algún postre o camuflado en un licuado detox. Tal vez te compraste una mermelada en el súper por probar un nuevo sabor. Y si se quieren frescos, pueden adquirirse en pequeñas cajitas en algunos establecimientos, a un precio que les hace más cercanos a un producto gourmet.
Pero lo más interesante de estas bayas, azules y rojas, es que son las protagonistas de numerosos estudios, que han relacionado su ingesta con potenciales beneficios para la salud por su capacidad antibacteriana y antienvejecimiento (son ricos en antioxidantes en forma de vitamina C y flavonoides). Desde su utilización para mantener a raya las infecciones de orina a su potencial para reducir el riesgo de hipertensión, gingivitis, disfunción eréctil y cáncer.
La última investigación sobre esta «superfruta», presentada este domingo en una reunión de la Sociedad Americana de Química, concluye que podría utilizarse como otra arma más en la batalla contra el alzhéimer. «Nuestros resultados corroboran estudios previos en animales y preliminares en humanos y apoyan la idea de que los arándanos pueden tener un beneficio real en la mejora de la memoriayla función cognitiva en algunos adultos mayores», señala el doctor Robert Krikorian, líder del estudio. Este experto achaca los efectos beneficiosos del arándano a su contenido en antocianinas, un tipo de flavonoide, que ya han demostrado que mejoran la función cognitiva en animales.