Vincenzo Bertolini identificó, mediante un algoritmo, dónde están estas 137 especies. “Un documento que puede servir mucho a los tomadores de decisiones de varios países, tanto para la preservación de esta especie como para su aprovechamiento sustentable”
Nació en Palermo, Italia, pero se mudó a México y se naturalizó como ciudadano tras dedicar su carrera al conocimiento y preservación de las orquídeas, una especie de planta con flores singulares, muy apreciada en todo el mundo y que crece en ecosistemas neotropicales como los bosques de niebla y las selvas.
El doctor Vincenzo Bertolini, que actualmente es investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), en su unidad de Tapachula, Chiapas, explicó cómo elaboró el Atlas de las orquídeas del Soconusco, una investigación de gran calado que se presentó este año y permite identificar, con la ayuda de un algoritmo e información de campo, en qué lugares se encuentran poblaciones de 137 especies diferentes de orquídeas, principalmente del sur de México, pero con mucha información de Centro América y el norte de Colombia.
“Pudimos aplicar la ciencia más avanzada para elaborar un documento que puede servir mucho a los tomadores de decisiones de varios países, tanto para la preservación de esta especie como para su aprovechamiento sustentable”, dijo desde Tapachula.
Tras decidir, antes de la adolescencia, que quería saber todo sobre esas plantas de las zonas neotropicales, bosques y selvas, viajó a México en el año 2000 para estudiar agronomía en el Colegio de Posgraduados.
El Atlas de las orquídeas nace dentro del marco de un proyecto que empezó hace 20 años la doctora Anne Damon, de Ecosur, sobre aprovechamiento sustentable de las orquídeas en Soconusco, localizado en el sur de Chiapas. A partir de ese trabajo acumulado, hace cuatro años nace el proyecto del atlas, que usa nueva tecnología.
Este proyecto contó con apoyo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), para realizar mapeos de la distribución de la riqueza medioambiental.
“Nosotros presentamos un proyecto aplicando esta tecnología y realizamos un modelo que funciona para describir la realidad objetiva y esto nos permite sacar algunas conclusiones y tomar decisiones. En este caso específico usamos matemáticas, en particular usamos una herramienta matemática que es un algoritmo con el nombre de MaxEnt, que proviene de Máxima Entropía. Este programa busca la máxima probabilidad de encontrar en un punto las condiciones ambientales idóneas para que una cierta especie se encuentre. Por un lado, le metemos a este modelo todos los registros históricos sobre lugares donde se ha encontrado una u otra especie de orquídea, pero además nosotros le metemos a este algoritmo todas las variables ambientales que se asocian con una especie y que se pudieran encontrar en un espacio. Así logran registros y mapas en los que cada pixel representa 1 kilómetro cuadrado”, indicó el doctor Bertolini.
Las variables ambientales con las que buscan predecir la probable presencia de alguna de las 137 especies incluidas en el atlas son temperaturas máximas, mínimas, lluvias, periodos del año asociados a los ciclos de lluvias y con eso nutren al algoritmo.
Los datos históricos que se utilizan fueron extraídos de herbarios de México, Centroamérica y Colombia. Existe incluso información que puede ser aprovechada por investigadores, autoridades o comunidades en Brasil, pues el área de interés es toda la región llamada Neotrópico.
El algoritmo MaxEnt que usa Ecosur fue desarrollado en la Universidad de Princeton, pero la información usada fue colectada en el campo de trabajo que han analizado Bertolini y sus colegas de Ecosur.
Fuente: Crónica