El plan de una aldea flotante inteligente

 

Con el paso de los años, la humanidad ha explorado diversas formas de construir sobre la tierra. Pero, poco a poco, los países se están adentrando en el mar, expandiendo sus costas y «recuperando» terreno.

Usando millones de metros cúbicos de arena dragada, creamos las Islas Palm, un espectacular archipiélago artificial en Dubái.

Y China está construyendo sus controversiales islas en el Mar de China Meridional, vertiendo tierra desde el continente, dragándola hacia el mar o bloqueando estuarios de ríos.

Pero, aunque sí hemos fabricado casas sobre lagos y canales -en Perú o en Camboya- aún no hemos sido capaces de desarrollar ciudades tecnológicas flotantes a gran escala.

Y ese es, precisamente, el reto que se propuso la organización Seasteading Institute (en español, «colonización del mar»): crear viviendas sostenibles en aguas internacionales.

Un proyecto que ya tiene nombre, Artisanóplis, y, desde hace unos días, una ubicación paradisíaca en el medio del océano Pacífico: la Polinesia Francesa.

La ciudad consistirá en un conjunto de plataformas flotantes sobre la superficie del agua. Cada una de ellas podrá ser moverse por barcos remolcadores hacia diferentes lugares y unirse entre sí para crear enormes formaciones sobre el mar.

La idea es que sea autosostenible, por eso contará con domos hidropónicos para cultivar y cosechar sus propios alimentos y desalinizadores para potabilizar el agua.

Los residuos orgánicos será recolectados por buques cisterna y trasladados a una zona de compostaje externa, y todo lo demás será reciclado, explican sus creadores en el sitio web del proyecto.

Además, utilizará energía solar y eólica.

Un gran muro rompeolas que rodea a la ciudad la protegerá de los fuertes vientos y olas que puedan ponerla en peligro.