Adentrarse por los laberintos del Bosque de Chapultepec y conocer las historias que ese mágico lugar atesora sobre la ciudad y sus habitantes, son sólo algunos de los atractivos que tienen los paseos nocturnos que la Casa del Lago organiza todos los miércoles de enero, febrero y marzo.
La cita es a las 18:30 horas en la Casa del Lago Juan José Arreola, espacio que fue concebido en 1906 como el Club del Automóvil, cuando la matrícula vehicular de la Ciudad de México era sólo de 127 coches.
Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México precisó que los interesados pueden llevar su propia bicicleta y casco, o rentarla, junto con un chaleco, para luego escuchar a los guías, uno de los cuales platica un poco sobre la filosofía de vida de los ciclistas.
Luego de escucharlos todo está listo para emprender el paseo por el espacio urbano más grande de América, que cuenta con 678 hectáreas, el doble que el Central Park de Nueva York.
La primera parada, precisó, es en la Fuente de las Ranas, mandada a construir a España en 1921.
Ahí, Eduardo, uno de los guías, explica que este monumento es una copia exacta de la fuente homónima del Parque María Luisa en Sevilla, España, y fue colocada originalmente en la entrada del bosque de Chapultepec.
Enseguida, el grupo se dirige hacia el norte para llegar a la Fuente de Nezahualcóyotl, obra realizada por el escultor Luis Ortiz Monasterio. Dentro de los 150 metros cuadrados que abarca, sobresale una imponente escultura del gobernante y poeta.
La Fuente del Quijote es la siguiente parada, se trata de una muestra del sincretismo entre los españoles y los mexicanos, además hace homenaje al libro “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”.
La fuente está rodeada por cuatro bancas de concreto en los que se aprecian pasajes del libro escrito por Miguel de Cervantes Saavedra. Además cuenta con dos columnas en las que se colocaron dos esculturas, en una de ellas se aprecia la figura del Quijote con el rostro del pintor Salvador Dalí y en la otra Sancho Panza con la cara del muralista Diego Rivera.
El trayecto transcurre en medio de un sentimiento de compañerismo y solidaridad. Camino a la Tribuna Monumental, un monumento en forma de hemiciclo dedicado a los integrantes del Ejército Mexicano que formaron parte del Escuadrón 201 que participó en la Segunda Guerra Mundial.
Cuando un ciclista sufre un imprevisto y se rezaga, los ciclistas que van a la vanguardia, indican a los guías lo que acaba de suceder y todos se detienen para conformar de nuevo el grupo y continuar el viaje.
El Obelisco a los Niños Héroes es uno de los sitios más relevantes incluye el recorrido. Está dedicado a la memoria de los alumnos del Colegio Militar, que murieron como héroes durante en la invasión estadunidense.
El contingente se traslada después al Altar a la Patria, monumento-mausoleo que alberga los restos de los Niños Héroes y del General Felipe Santiago Xicoténcatl, inaugurado el 27 de septiembre de 1952.
Desde este monumento se obtiene una vista privilegiada de Paseo de la Reforma, la avenida más representativa de la Ciudad de México.
Luego de casi dos horas de pedalear para llegar a los recovecos del Bosque de Chapultepec, el grupo regresa a la Casa del Lago, ubicada en los márgenes del Lago Menor; ahí, los visitantes invariablemente se toman una selfie e intercambian sus impresiones.
El préstamo de bicicleta y casco es para 20 personas mediante firma de pagaré