Por: Antonio Mata
Ser un campeón va más allá de un título o reconocimiento social. Ser un campeón representa una filosofía de superación y excelencia ante la vida. Ser un campeón no es ganar la medalla de oro o tener la admiración de tu club…Va mucho más allá de eso. Ser un verdadero campeón representa un estilo de vida, un pensamiento que se fundamenta en el presente, disfrutar y hacer lo que más amamos, no para ganar sino para ser mejores personas.
Ser un campeón significa:
- Levantarse sobre cada adversidad con una sonrisa.
- Mirar de frente a los demás sobre tus propios ojos.
- Hablar con la verdad.
- Inspirar a las personas a dar lo mejor de sí.
- Superar las fronteras del miedo.
- Pensar en grande.
- Amar lo que haces.
- Trabajar en equipo.
- Ser constante hacia tus objetivos y nuevas metas.
- Nunca darse por vencido.
- Saber lo que quieres.
- Ser tu propio cambio.
- Aprender después de cada caída y después levantarte.
Para recordar e inspirarte te dejamos este cuento del gran escritor guatemalteco Augusto Monterroso.
“La fe y las montañas”
Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.
Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, estas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.
La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio. Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de fe.