Cuando pasas 40 horas a la semana con el mismo grupo de gente, haciendo las mismas tareas, algo comienza a alterar tus nervios. Ya sea un tic de algún compañero de trabajo, el estilo de comunicación de tu jefe o solo una tarea molesta aquí te damos algunos consejos para pasarla mejor en tu trabajo.
Si tu compañero es irritante…
Puede que te enloquezca que tu compañero tome llamadas personales y hable con un volumen fuerte o que tu colega se aproxime demasiado a ti para interrumpirte y preguntarte cómo estuvo tu fin de semana. O que, por cada correo que te envían, corran a preguntarte si lo recibiste.
Como ellos no pueden leer tu mente, es necesario que hables y les digas, de manera cordial, cosas como: “Oye, perdón, ando en medio de algo importante, cuando esté libre, te mensajeo o te busco” o “No he visto mis correos, si no es urgente, nos reunimos más al rato”. Son cosas simples y las personas suelen ver que tu prioridad no es atenderlos a ellos. Por otro lado, intenta ser cordial siempre, aunque puede ser que la otra persona tome un poco hostil tu respuesta, intenta hacerles ver que no es personal pero que tu prioridad es el trabajo.
Tu jefe y sus modales…
Así como tus compañeros pueden tener hábitos un poco irritantes, tu jefe puede ser que también los tenga. Cuando tu superior es fuente de tu estrés es un poco más complicado manejarlo.
Por ejemplo, hay jefes que te gritan desde su oficina para pedir cosas y tú debes detener lo que estás haciendo para darle una respuesta. A la siguiente vez que lo haga, camina a su oficina dale lo que te pidió y di, por ejemplo: “El resto del equipo está trabajando muy presionado y con el tiempo encima, me gustaría no interrumpirlos, si necesitas algo llámame a mi extensión, por favor”, o “escríbeme un correo”. Recuerda siempre ser políticamente correcto, y no dudes en decirle las cosas firmemente, incluso hay jefes que aprecian la comunicación y la seguridad de sus compañeros.
Las tareas insufribles…
Probablemente no podrás evitar hacer cosas que detestas en el trabajo, y sí, como profesional no hay manera de no hacerla.
Para esta situación, la clave está en la manera de abordar estas tareas. No puedes decirle a tu jefe que esto o aquello no te gusta, es parte de tu trabajo, pero lo que puedes hacer, y probar si funciona, es decir que te agradaría aproximarte a otro tipo de proyectos, intentar en otras áreas y ver qué puedes aportar en ellas. Si argumentas bien el cambio de tus tareas puede que resulte mejor.
(Fuente: Forbes US)
Ante cada situación dificil es necesario respirar y hacer un alto para pensar en como debo actuar, debido a que si se actúa con ira, resentimiento o molestia el problema podría hacerse mayor.
Es por ello que implementar el diálogo es una de las herramientas más adecuadas para arreglar las diferencias, siempre y cuando se haga con el respeto que se amerita. También es importante respetar los rangos que con los que tenemos contacto
Los invito a analizar qué nivel de concentración impone usted a sus colaboradores:
http://noticiasrh.com/invita-usted-sus-subalternos-se-concentren-en-lo-usted-les-indica-sugiere