Volvamos a las vacaciones de naturaleza, esas en las que se busca respirar aire puro y ver paisajes creados por el paso del tiempo sin que la mano del hombre haya hecho demasiados estragos, oír a los pájaros e incluso tomárselo con tanta calma que deseéis observar cómo crece la hierba. Lo mismo estoy exagerando pero para los que buscan desconectar en la naturaleza y mirar al horizonte, lo mismo pueden plantearse ir a Suiza a hacer senderismo porque acaban de inaugurar el puente en suspensión más largo del mundo.
Por supuesto si miráis fijamente a la foto y veis la altura de este puente colgante sobre el barranco de Grabengufer, en los Alpes, ya estamos descartando a todos aquellos que tengan vértigo porque lo de mirar hacia abajo es muy muy impresionable.
El puente, que se inauguró el pasado domingo, está construido en acero y conecta Zermatt con Grächen, cubriendo una distancia de aproximadamente medio kilómetro. ¿Su altura? 85 metros sobre el barranco, así que la vista es espectacular mires hacia donde mires. Eso sí, siguiendo con sus medidas no es apto para ir en paralelo con nadie, así que dado que de ancho son 65 centímetros toda ir en fila india.
Las autoridades turísticas de la zona ya advierten que está hecho para excursionistas y adictos al senderismo que no tengan miedo a las alturas, aunque no es especialmente duro, salvo por eso. Por cierto, sustituye a uno anterior que quedó dañado por un desprendimiento de rocas y tardaron únicamente diez semanas en construirlo. Las cuerdas de acero que lo sujetan pesan ocho toneladas y se ha diseñado con un sistema que consigue que casi no haya balanceo.