Actualmente existe un interés por consumir aceites saludables de origen natural. Uno de los que está despuntando en los últimos tiempos es el aceite de calabaza. Esta variedad de aceite se extrae de las semillas de la calabaza, es decir, de sus pipas. Nosotros en este post queremos detenernos en los beneficios de un aceite que cada vez se está usando más y que es muy beneficioso para el organismo.
Como hemos comentado, el aceite se obtiene de las semillas de calabaza. En su composición entorno al 35-40% son ácidos grasos insaturados, concretamente el ácido oleico y el linoleico. Hay que destacar su alto aporte proteínico, concretamente en torno al 30% de su composición se basa en este nutriente. A esto hay que sumar entorno a un 20% de fibra y un escaso 5% de hidratos de carbono. El resto de componentes son vitaminas como el betacaroteno y vitaminas como la D, E, B1, B2, B3 y B6. Por ello es un tipo de aceite muy nutritivo que no podemos pasar por alto en ningún momento.
Una potente protección del sistema digestivo
Todos los nutrientes que contiene hacen de este aceite un complemento que puede estar presente en cualquier dieta. Entre sus cualidades vamos a destacar en primer lugar el efecto protector del sistema digestivo. Es muy importante porque el aceite de calabaza nos ayudará a evitar parásitos intestinales, además de fomentar una mejor y más eficaz flora intestinal. Por eso es muy recomendable su uso a la hora de conseguir un mejor estado del sistema digestivo en general y con ello de nuestra salud.
Regulador natural del tránsito intestinal
Su alto contenido en fibra hace que nuestro tránsito intestinal sea mucho más eficiente y mejor. Nos ayuda a asimilar mejor los nutrientes de los alimentos, así como a la eliminación de toxinas del organismo. A esto hay que sumar su efecto diurético, es decir, el consumo de este aceite nos ayuda a eliminar del organismo el exceso de líquidos.
Un fuerte antiinflamatorio
El aceite de calabaza contiene sustancias antiinflamatorias, fruto de su alto contenido en cucurbitacina. Precisamente este poder antiinflamatorio que contiene hace que sea de gran utilidad a la hora de evitar inflamaciones de la próstata y problemas prostáticos en general. A esto hay que sumar su alto contenido en zinc, que hace que sea un alimento de gran utilidad para el correcto funcionamiento de la próstata, pues el zinc es esencial a la hora de generar esperma y de evitar alteraciones en la misma, así como aumentar la potencia sexual masculina. Además, este alto contenido en zinc será muy beneficioso para la vista, que lo necesita para funcionar correctamente.
Un corazón más sano
Pero por lo que debemos destacar el uso de este aceite es el refuerzo que supone a la hora de conseguir una perfecta salud cardiaca. La clave está en los ácidos graos poliinsaturados que nos aportan y que afectan directamente a los niveles de colesterol del organismo. Concretamente estos ácidos grasos equilibran los niveles de triglicéridos y de colesterol que tenemos en el organismo y que son los que afectan a la salud del sistema circulatorio.
Por ello es muy bueno que sea una de las alternativas que contemplamos a la hora de mantener una alimentación sana y equilibrada. Este tipo de aceite es mejor que lo consumamos crudo en ensaladas o junto a sopas o cremas. De este modo aprovecharemos al máximo sus propiedades, pues no alteraremos sus nutrientes mediante la acción del calor.