El pleno de la Cámara de Diputados avaló modificaciones a la Ley General de Salud para que los Gobiernos federal y locales impulsen la donación de sangre, componentes sanguíneos y células troncales o progenitoras, a fin de ayudar en el tratamiento de pacientes que las requieran. El documento avalado indica que se debe incluir dentro de las estrategias de la SSA el impulso a la donación de todos los componentes sanguíneos y no solamente las células progenitoras hematopoyéticas, ya que si se limita la donación a las células progenitoras, la población beneficiada es muy reducida. Agrega que “la sangre humana es considerada como un elemento terapéutico indispensable para el tratamiento de diversos padecimientos” pero a pesar de los avances tecnológicos y científicos no ha sido posible sustituirla en forma total de manera artificial. Por tal motivo, abunda el dictamen, dependemos de la donación de sangre de nuestros semejantes.
En el documento se indica que México cuenta con un promedio de 1.7 millones de donaciones anuales, correspondiendo solamente al 1.5 por ciento de los 112 millones de habitantes del país, cuando, de acuerdo a indicadores internacionales, debería haber un 5.0 por ciento de donadores, con aproximadamente 5.6 millones de donaciones anuales.