Esta es una de las enfermedades de alto perfil de nuestros tiempos, pero muchos de nosotros aún ignoramos los aspectos clave del padecimiento, cómo funciona y cómo vivir con él. Aquí te presentamos algunos mitos sobre este padecimiento.
Mito: Si estás infectado de VIH, lo sabrás.
Pueden pasar muchos años para desarrollar síntomas de VIH, lo que significa que podrías cargar con la enfermedad mucho tiempo antes de experimentar alguna señal.
“En el adulto promedio, tarda entre 8 y 10 años para que alguien que es VIH positivo muestre algún síntoma de estar infectado y enfermo, así que es casi imposible saber que alguien tiene VIH desde el principio”, dice Owen Ryan, director ejecutivo de la Sociedad Internacional del SIDA.
Esto significa que es extremadamente importante revisarse por el virus si eres sexualmente activo. Y, por supuesto, usar un condón correctamente cada vez que tienes relaciones sexuales puede reducir altamente tu riesgo de infección.
Mito: Si tienes VIH, no necesitas empezar la terapia con medicinas hasta que estés muy enfermo.
La OMS recomienda que las personas que se infectaron recientemente inicien el tratamiento desde el principio para proteger su sistema inmune. El tratamiento incluye terapia antirretroviral, lo que significa tomar las medicinas diariamente para suprimir el virus en tu cuerpo.
“Hay un impacto dramático en la salud y bienestar de un individuo a lo largo de su vida si inicia el tratamiento de VIH inmediatamente”, explica Ryan.
“Y no sólo es por ellos, es para sus familias y parejas también. Las personas que siguen el tratamiento de VIH y responden bien a él, tienen un 96% menos probabilidad de contagiar a sus parejas”.
Mito: Ya no necesitamos preocuparnos por el VIH
Sólo porque hemos logrado grandes avances en la lucha contra el VIH en las últimas décadas, no significa que deberíamos quedarnos tranquilos, argumenta Ryan.
“Creo que el mito más grande es que el VIH ya no es un problema”, dijo. “Lo que veo mucho en mi trabajo es que muchas personas piensan que el VIH es un problema de hace 10 años”.
“No creo que la gente sepa que hubo 1.2 millones de muertes causadas por SIDA en el 2014. Si más personas lo supieran, estarían en shock. 600 niños se infectan diariamente, esa es una estadística inaceptable”.
“Creo que hemos entrado a un periodo de apatía contra el que verdaderamente debemos pelear. Así que el mito de que el VIH ya no existe está lejos de ser realidad”.
Mito: Si estás embarazada y eres VIH positiva tu bebé estará infectado.
Si una mujer embarazada es VIH positiva, el bebé no necesariamente se infectará. Incluso sin tratamiento, la probabilidad de que el bebé adquiera la infección es de 25-33%, de acuerdo con el profesor Salim Abdool Karim, director del Centro del Programa de Investigación del SIDA en Sudáfrica. (CAPRISA)
Pero este riesgo se puede reducir significativamente con PrEP (Profilaxis PreExposición) que involucra dar medicinas antirretrovirales a personas VIH negativo que están en riesgo de infección.
“Podemos proveer medicinas antirretrovirales para proteger y prevenir la transmisión de mamá a hijo, de tal forma que la tasa de transmisión ahora está debajo del 1%”, explicó Karim.
Además del PrEP, también es posible lavar esperma para inseminación artificial. El VIH llega en el fluido que rodea el esperma (en lugar de en el esperma mismo) lo que significa que lo pueden remover antes de que su pareja sea inseminada. Si bien esto puede ser un método altamente seguro, no es precisamente accesible.
“No se hace con frecuencia”, dijo Karim. “No es un proceso sencillo porque involucra muchos pasos y también involucra la inseminación artificial, la cual es altamente cara”.
El lavado de esperma puede reducir altamente el riesgo de infección, pero no lo garantiza.
Mito: No te puedes contagiar de VIH por tatuajes o perforaciones
El VIH se puede transmitir a través de sangre, lo que significa que podrías infectarte por compartir agujas, o herramientas de tatuaje o perforación que no han sido esterilizadas propiamente entre usos. El CDC dice que las herramientas que cortan la piel deberían ser usadas una sola vez, y luego descartadas o esterilizadas.
“Para lugares en los que los tatuajes y perforaciones no están regulados, o donde suceden en lugares propensos a infección, entonces sin duda existe un riesgo ahí”, dice Ryan.
“Todo se reduce a una regla básica. En donde compartas algo que ha entrado en contacto con sangre y no lo hayan limpiado, corres el riesgo de infectarte con VIH”.
Mito: Tener VIH es como estar sentenciado a muerte
No hay cura para el VIH. Tampoco hay vacuna contra la enfermedad. Sin embargo, la calidad de las medicinas ha mejorado significativamente con el tiempo.
La gente puede reducir su carga viral (la cantidad de VIH en la sangre) a niveles indetectables usando terapia. Esto significa que la infección deja de progresar tan rápido, protegiendo al sistema inmune de la enfermedad.
“La mayoría de los pacientes, más del 95%, incluso hasta el 99% de los que siguen la terapia tendrán pocas dificultades para seguir una vida normal, y sin cargar la preocupación por su mortalidad, siempre y cuando sigan su tratamiento apropiadamente”, menciona Karim.
Mito: el VIH es lo mismo que el SIDA
El VIH es el virus que lleva al SIDA. Pero con el tratamiento adecuado, las personas VIH positivo pueden vivir una vida entera sin tener SIDA, que es la etapa final de la enfermedad en la que el sistema inmune está severamente dañado. Como explica Myron Cohen, director del Instituto de Salud Global y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Carolina del Norte, tener VIH es muy diferente a tener SIDA.
“La detección del virus tiene poco que ver con el SIDA siempre y cuando se detenga la replicación del VIH. Así que el VIH no (siempre) y no debería nunca evolucionar a SIDA”.
“Al principio, antes de que supiéramos que el VIH era la causa de la infección, y antes de que tuviéramos tratamiento, el hospital estaba lleno de personas con SIDA. Ahora, en nuestro hospital para más de mil personas, es raro si tenemos una con SIDA, es una admisión infrecuente. Preferiríamos no volver a ver SIDA otra vez. El VIH es la causa del SIDA pero no necesita volverse SIDA jamás”.
Mito: Si te diagnostican VIH, no vivirás tanto como los demás
Este mito emana de la idea de que ser diagnosticado con VIH es una sentencia a muerte. Sin embargo, con los nuevos desarrollos en la tecnología medicinal, no es necesariamente el caso.
Como explica Cohen, tomar el tratamiento desde el principio, y tomarlo adecuadamente “resulta en una salud robusta, sin signos ni síntomas en su mayoría y una esperanza de vida completamente normal”.
El tratamiento para el VIH ha mejorado dramáticamente en los últimos años, y de acuerdo con Cohen, una variedad de tratamientos nuevos se están probando y podrían ser usados en el futuro cercano.
“En 1985 no había nada. En 1995 había una pastilla. En el 2005 habíamos pasado de una pastilla a tres que se combinaron a una pastilla al día. En el 2015 estamos investigando dos agentes inyectables en combinación que duran entre 8 y 12 semanas. Así que sólo necesitarías cuatro inyecciones al año en algunas circunstancias… pero estos son experimentos. Son buenas noticias que estamos intentando, pero todo es un experimento”.
Cohen añade: “la meta es terminar con el SIDA. He estado trabajando en esto por casi 35 años; inicié mi carrera personal cuando nos hicimos conscientes del VIH y continúo trabajando y puedo ver la jugada final. Le da igual a otros investigadores, pero no a mí. Estamos viendo el inicio del final”.