Catorce por ciento de la población mayor de 18 años podría tener ojo seco, de los cuales el 30% ha sido diagnosticado y únicamente el 22% es tratado. Uso de dispositivos móviles, computadoras, alimentación y estrés son algunos factores que desencadenan síndrome de ojo seco
La enfermedad de ojo seco, se define como un desorden en la película lagrimal debido a una deficiencia de lágrima o bien una acelerada evaporación de la misma. Las lágrimas son necesarias para una buena visión. El síndrome de ojo seco es un padecimiento multifactorial, que genera síntomas como ardor, comezón, sequedad o incluso lagrimeo.
El síndrome de ojo seco, se clasifica en tres categorías: leve, moderado y severo. El tratamiento tópico de elección son los sustitutos de lágrimas o lágrimas artificiales, dependiendo de las causas que provoquen este padecimiento. Existen distintos tipos de lágrimas artificiales, pero de acuerdo a la Academia Americana de Oftalmología, es preferible el uso de tratamientos que contengan sustancias parecidas a las lágrimas que naturalmente produce el ojo humano.
Entre los síntomas de ojo seco están:
Irritación o sensación de quemazón en los ojos
Sensación arenosa, como si hubiera algo en el ojo
Sensibilidad a la luz
Etapas de muchas lágrimas y otras con excesiva sequedad, debido a que el ojo trata de compensar esta carencia
Secreción excesiva de los ojos
Dolor y rojez en los ojos
Episodios temporales de vista borrosa
Pesadez de parpados
Imposibilidad de llorar aunque se sienta estrés o pena
Imposibilidad de llevar lentes de contacto
Fatiga en la lectura o trabajos detallados, como el ordenador en la que se precisa especial atención
Fatiga ocular
El ojo seco puede tener diversas manifestaciones, que pueden ir desde la ausencia de síntomas, hasta en casos graves, presentar una alta sintomatología. Los síntomas asociados al ojo seco son muy inespecíficos. Las quejas de los pacientes se relacionan con sensaciones de “quemadura” ocular o ardor, enrojecimiento de los ojos, picazón, secreción, sensación de cuerpo extraño o “arena”, dolor, sensación de resequedad del ojo, fotofobia, infecciones de repetición, párpados pesados y fatiga ocular. Los síntomas típicamente muestran una fluctuación diurna y se agravan en ciertos ambientes y con ciertas actividades (uso de computadores, exposición a aire acondicionado, humo de cigarro, clima caliente o seco, etc.)
Existen otros factores que pueden influir en los síntomas del ojo seco:
Edad: El envejecimiento produce una atrofia de las glándulas lagrimales que ocasiona un flujo menor de lágrima. La flacidez del párpado senil es un factor de desestabilización de la membrana lagrimal. Estos pacientes acostumbran ser más sensibles a las alteraciones externas que pueden provocar síntomas de ojo seco.
Sexo: Las alteraciones en los niveles de estrógenos o andrógenos predisponen la manifestación del ojo seco, como lo que ocurre durante el embarazo, menopausia o el uso de anticonceptivos orales.
Trabajo: La frecuencia del parpadeo puede disminuir de acuerdo con la actividad del paciente. Por ejemplo, es menor durante la lectura que cuando se trabaja frente a una computadora o se realizan actividades que requieren atención (películas, juegos, etc.)
Medio ambiente: Los ambientes secos, contaminados, fríos, la calefacción o el aire acondicionado en las cabinas presurizadas, contribuyen en la desestabilización de la membrana lagrimal.
Medicamentos: Varios medicamentos sistémicos producen una disminución de las secreciones exocrinas, exacerbando los síntomas del ojo seco. La toxicidad de algunos conservadores utilizados en las gotas para los ojos eliminan la grasa de las lágrimas, lo que favorece su evaporación.
Irregularidades de la superficie ocular: Cualquier elevación o depresión de la superficie ocular puede causar una ruptura en la distribución uniforme de la membrana lagrimal, lo que provoca los síntomas del ojo seco.
Si bien el síndrome de ojo seco es un padecimiento poco tratado, es importante considerar que podría interferir con la capacidad de realizar tareas cotidianas y la calidad de vida de quienes lo padecen. Así lo comentaron, especialistas durante la conferencia de prensa “Salud para tus ojos, lágrimas que valen la pena”.