Con el golf, los médicos tratan la hipertensión, la diabetes tipo dos, la obesidad, la hiperlipemia, la apnea de sueño, los trastornos metabólicos… todo esto tiene un tratamiento médico farmacológico y también otro dietético que contempla la actividad física. Y hoy en día la mejor que hay sin grandes riesgos es jugar al golf. Siempre recomendamos a la gente que no se canse en exceso (hay quien no puede ir a un gimnasio o montar en bicicleta) y lo ideal es un ejercicio que se pueda mantener a medio o largo plazo y que guste.
Este deporte aeróbico y en pleno contacto con la naturaleza es positivo tanto para los hombres como para las mujeres. En el caso de los primeros, porque ayuda a controlar las enfermedades cardiovasculares y, en las segundas, las complicaciones de tipo mecánico (varices o artrosis). “Esto se debe a que el sobrepeso se acumula con el tiempo más en la parte superior en los primeros y en la inferior en las segundas. Para cualquier persona con una patología crónica de las mencionadas aconsejamos esta actividad, sin duda», confirma el galeno.
Pero el golf no solo es positivo para los adultos. Los niños también se benefician de su práctica pues si desde pequeños empiezan a hacer ejercicio van a prevenir muchas enfermedades cuando alcancen la madurez. “Se trata de inculcarles un estilo de vida saludable con dos claves que hay que adoptar sin demora para conseguir llevar una vida sana: una alimentación adecuada y un ejercicio físico moderado. Y en este sentido el golf encaja perfectamente, porque nos permite caminar y estar en contacto con la naturaleza permanentemente», asevera.