Si el Universo está poblado (como poco) por miles de millones de galaxias, y si cada una a su vez cobija a millones o a miles de millones de estrellas, ¿qué nos faltará aún por aprender? El astrónomo Edwin Hubble (que le da su nombre al famoso telescopio espacial) probablemente sentía vértigo cuando se planteaba esta pregunta, pero sus esfuerzos le permitieron clasificar las galaxias que observaba en cuatro grandes categorías. En función de su forma, las dividió en espirales (tienen forma de remolino, como la Vía Láctea y las dos terceras partes de todas las galaxias), en espirales barradas (a ese remolino hay que añadirle una barra transversal), en elípticas y en irregulares.
Hoy en día se aceptan varias subcategorías (muchas ya adelantadas por Hubble), se ha añadido un nuevo tipo, el de las galaxias lenticulares (con forma de lenteja), y se han registrado muchas formas intermedias y muchas irregulares. Además, también se ha tenido en cuenta la presencia de anillos en algunas galaxias. Sea como sea, este miércoles, un estudio publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society ha dado otro paso más en ese antiguo esfuerzo de buscar galaxias y entender cómo funcionan. Los autores han afirmado haber observado un nuevo tipo de galaxia. A diferencia de cualquier otra observada hasta este momento, parece estar rodeada por dos anillos circulares de gas y estrellas.
«Antes hemos observado galaxias con un anillo azul (formado más recientemente en la historia de la galaxia) en torno a un cuerpo rojo central (más antiguo). La mejor conocida entre estas es el objeto de Hoag», ha explicado en un comunicado Patrick Treuthardt, coautor del estudio y astrofísico en el Museo de Carolina del Norte de Ciencias Naturales. «Sin embargo, lo que parece ser un rasgo único de esta galaxia es que tiene un anillo rojo situado dentro del interior». Es decir, un anillo antiguo dentro de otro anillo más joven.
Esta extraña galaxia se llama PGC 1000714 (ese es el número que tiene asignado en el «Principal Galaxy Catalog») y está situada a 359 millones de años luz de la Tierra. No se parece a nada que haya sido observado antes por los astrónomos, y es el primer ejemplo descubierto de un núcleo galáctico rodeado por dos anillos. Eso sí, a pesar de su rareza, todo apunta a una similitud muy evidente con las galaxias tipo Hoag. Unos objetos raros de entre las galaxias con forma de anillo, donde no hay aparente contacto entre el núcleo y la circunferencia exterior.
«Menos del 0,1 % de todas las galaxias observadas son del tipo Hoag», ha explicado en un comunicado Burcin Mutlu-Pakdil, primera autora del estudio e investigadora en el Instituto de Astrofísica de la Universidad de Minnesota. Como hasta ahora ninguna observada se parece a esta, parece que los investigadorees tienen ahora la oportunidad de aprender más sobre la evolución de las galaxias.