Por: Maril\u00fa Sol\u00eds – @malu_solis \u2013 Universidad Iberoamericana<\/p>\n
Era casi la medianoche cuando el agotador programa del festival musical Corona Capital 2013 anunciaba su fin con la presentaci\u00f3n del reconocido productor Giorgio Moroder.<\/p>\n
\u201cHola, mi nombre es Giovanni Giorgio, pero ustedes pueden llamarme Giorgio\u2026\u201d. A pocos minutos de haber subido al escenario el artista mostr\u00f3 una complacencia inmediata con el p\u00fablico declamando la famosa frase por la que grosso<\/em> n\u00famero de j\u00f3venes espectadores lo ubica, mas no necesariamente lo conoce, al conformar la introducci\u00f3n a la canci\u00f3n Giorgio by Moroder<\/i> incluida en Random Access Memories<\/i>, el \u00faltimo disco del d\u00fao franc\u00e9s Daft Punk.<\/i><\/p>\n A modo de conjuro m\u00e1gico, del tipo Salacadula Chalchicomula Bibidi Babidi Bu<\/i>, el encanto de la cita \u2014s\u00ed porque hay que admitirlo \u201cencanta\u201d por el tono amistoso y m\u00e1s si es artilugio que musicaliza la imagen de un se\u00f1or de 73 a\u00f1os bailando tras unos sintetizadores\u2014 mantuvo <\/i>el fervor del baile en quienes nunca lo perdieron, lo rescat\u00f3 en quienes padec\u00edan de cansancio o se quejaban del fr\u00edo, las ampollas se olvidaron. Este conjuro, que m\u00e1s que f\u00f3rmula m\u00e1gica fungi\u00f3 como promesa durante el concierto, dispar\u00f3 el \u00edmpetu de los j\u00f3venes al reconocer desde el inicio un punto de referencia m\u00ednimo, pero suficiente, para codearse con aires conocedores y de sapiencia musical con sus amigos cercanos.<\/p>\n No hay que olvidar que la m\u00e1xima \u201cgiorgiana\u201d forma parte de uno de los \u00e1lbumes m\u00e1s vendidos de principios del 2013, mismo que comprende el tema Get Lucky<\/i>, tan sonado a\u00fan en antros y bares de moda en el pa\u00eds y en cada rinc\u00f3n donde suela ausentarse una concurrencia si no conocedora, simplemente asidua de la m\u00fasica. S\u00ed, estoy sugiriendo que la gran mayor\u00eda de j\u00f3venes ah\u00ed reunidos la noche del domingo pasado coincidieron por la casualidad que une en un \u00e1lbum discogr\u00e1fico la colaboraci\u00f3n de Giorgio Moroder con el tema Get Lucky<\/i>, tan accesible al o\u00eddo que la generalidad de los presentes brinc\u00f3 con mayor efusi\u00f3n tras solo escuchar las esperadas palabras del tambi\u00e9n compositor.<\/p>\n El \u00e9xito incuestionable de Get Lucky<\/i> que llev\u00f3 a escuchar el disco, a escuchar la canci\u00f3n n\u00famero tres, a escuchar quiz\u00e1 solo el inicio, porque no s\u00e9 qui\u00e9n diablos ser\u00e1 en todo caso el de esta voz a\u00f1eja que ya me desesper\u00f3, qui\u00e9n es Giorgio Moroder\u2026no s\u00e9 pero suena grande y m\u00e1s importante que eso\u2026 suena cool<\/i>, hispter<\/i>, trendy<\/i>, y todos los dem\u00e1s apelativos de este caudal vivo pero sobre todo de moda que se le agreguen, ocasion\u00f3 el encuentro fortuito con un grande de la m\u00fasica que no cumple o al menos se desentiende con la fantocher\u00eda \u2014porque no es gusto, no es inter\u00e9s, no son est\u00e1ndares\u2014 musical de la audiencia en general.<\/p>\n El italiano prosigui\u00f3 con las muestras de afecto: revel\u00f3 al p\u00fablico la nacionalidad mexicana de su mujer, declar\u00f3 sus ganas de volver el siguiente a\u00f1o al pa\u00eds, termin\u00f3 por llamar a su esposa \u00ab\u00a1Francisca!\u00bb al escenario, y en un esfuerzo atento relat\u00f3 en espa\u00f1ol el mon\u00f3logo, grabado originalmente en ingl\u00e9s en la versi\u00f3n del \u00e1lbum discogr\u00e1fico, que enmarca la canci\u00f3n hom\u00f3nima Giorgio by Moroder<\/i> .<\/p>\n Sin embargo el optimismo inicial de los j\u00f3venes se vino abajo al poco rato y aquella frase que lanz\u00f3 al aire una promesa si no de sonidos nuevos, de tendencias progresivas al menos actuales \u2014repito, Random Access Memories<\/i> es siempre referencia por su reciente producci\u00f3n\u2014 se desdijo a la tercera aparici\u00f3n consecutiva de canciones producidas por el autor durante el auge de su carrera. Love to Love<\/i> You Baby<\/i>, I Feel Love<\/i> y por si fallara la nostalgia Never Ending Story,<\/i> mantuvieron a muchos pies bailando, pero desanimaron a otros tantos. Todos aquellos presentes que en una primera etapa del show repitieron con cadencia y pausa de aut\u00f3matas la consigna fueron seren\u00e1ndose, a medida que el concierto se tornaba en una exposici\u00f3n de canciones ochenteras, hasta optar por adelantarse al caos tumultuoso que como siempre se desata al final de este tipo de eventos en masa.<\/p>\n Hay que reconocer las pegajosas melod\u00edas y los ritmos tan bien logrados de las canciones que en la d\u00e9cada de los setentas compuso y produjo Moroder, pero si en algo puede ponerse de acuerdo la diversidad del p\u00fablico es en lo siguiente: Moroder no es DJ. Los cambios abruptos insertados \u2014porque se trat\u00f3 de tijerazos de cortes dr\u00e1sticos, en la transici\u00f3n de una canci\u00f3n a otra\u2014 romp\u00edan con la estructura sonora que apenas resist\u00eda tres minutos o la brevedad de una canci\u00f3n, pero que ya permeaba al p\u00fablico para disponerlo dentro del beat <\/i>sint\u00e9tico discotequero que a todos hace bailar. No hubo en todo el concierto una progresi\u00f3n musical como tal, sino una muestra de repertorio, una lista de \u2014una vez m\u00e1s utilizo la palabra\u2014 complacencias de \u00e9xitos de hace treinta a\u00f1os. El resultado: cabezas fijas, posici\u00f3n soldados o de plano media vuelta.<\/p>\n Para los cincuentones que en sus veintes, antecedentes de los j\u00f3venes Get Lucky <\/i>de hoy, tuvieron su encuentro m\u00e1ximo musical dentro de un antro o en una fiesta, seguramente vivieron momentos euf\u00f3ricos de nostalgia y recuerdos con m\u00fasica disco y Donna Summer de fondo, pero para el resto de sus coet\u00e1neos, no solo para aquellos que tambi\u00e9n tienen al menos los cincuentas bien cumplidos y que en su juventud atesoraron una inquietud curiosa sobre la m\u00fasica, sino tambi\u00e9n para esos j\u00f3venes que asistieron tan solo por la m\u00e1xima c\u00e9lebre: la fiesta hab\u00eda llegado a su fin.<\/p>\n Pero \u00bfqu\u00e9 m\u00e1s iba a hacer Giorgio, sino ser un viejito afectuoso y complaciente, despu\u00e9s de una ambiciosa y larga trayectoria de cuarenta a\u00f1os que lo consagra sin necesidad de m\u00e1s presentaciones en vivo \u2014no, por favor, mejor ven y dame un abrazo\u2014 como genio de la m\u00fasica?<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Por: Maril\u00fa Sol\u00eds – @malu_solis \u2013 Universidad Iberoamericana Era casi la medianoche cuando el agotador programa del festival musical Corona Capital 2013 anunciaba su fin con la presentaci\u00f3n del reconocido productor Giorgio Moroder. \u201cHola, mi nombre es Giovanni Giorgio, pero ustedes pueden llamarme Giorgio\u2026\u201d. 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