Si las jornadas se le hacen eternas, quizás sea una cuestión personal. Ya sabemos que el tiempo es relativo. Pero, en el fondo, va a tener razón. Aunque sea solo por casualidad. En efecto, los días de la Tierra son cada vez más largos. Ahora bien, no es probable que se observe a corto plazo y menos que vayamos a darnos cuenta, ya que se necesitarían alrededor de 6,7 millones de años para ganar sólo un minuto, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society A. Eso, si el planeta sigue en su sitio.
Astrónomos del Real Observatorio de Greenwich han determinado que durante los últimos 27 siglos, el día medio se ha alargado a una velocidad de alrededor de 1,8 milisegundos (ms) por siglo. Esto es «significativamente menor» que la tasa de 2,3 ms por siglo previamente estimada, que requiere de tan sólo 5,2 millones de años para agregar un minuto. Así que los días se alargan sí, pero menos de lo que se presuponía.
«Es un proceso muy lento», dice la astrónoma Leslie Morrison, responsable del estudio. «Estos cálculos son aproximados, ya que las fuerzas geofísicas que operan en la rotación de la Tierra no serán necesariamente constantes durante un largo período de tiempo», precisa. Por ejemplo, «la posibilidad de que se produzcan edades de hielo interrumpirá estas extrapolaciones simples».
La estimación anterior de 2,3 ms se había basado en los cálculos de las fuerzas gravitacionales del sistema Tierra-Luna, el que influye en las mareas oceánicas. Para el nuevo estudio, Morrison y su equipo utilizaron las teorías gravitacionales sobre el movimiento de la Tierra alrededor del Sol y la Luna alrededor de la Tierra, para calcular el tiempo de los eclipses de la Luna y el Sol con el tiempo, según se ve desde nuestro planeta.