Dañados en un sismo hace justo un año en Guadalajara, los murales El pueblo y sus falsos líderes y El hombre creador y rebelde o El hombre pentafásico, que José Clemente Orozco (1883-1949) pintó entre 1936 y 1937, localizados en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, acaban de ser restaurados por el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), perteneciente al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Para los efectos de la restauración se firmó un convenio entre el INBA y la Universidad de Guadalajara. El trabajo se realizó entre el 6 de enero y el 5 de mayo y tuvo un costo total de un millón 865 mil pesos, que incluyó el alquiler de equipo, la contratación de personal y material, gastos que fueron cubiertos por la institución educativa.
El equipo de trabajo, integrado por ocho personas contratadas por honorarios, fue coordinado por los restauradores de base del INBA, Alberto González Vieyra y David Oviedo Jiménez. Del equipo cuatro eran restauradores egresados de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente, y los cuatro restantes, técnicos que han participado con el Cencropam en otros proyectos.
El hombre creador y rebelde fue el primer mural que Orozco pintó en una cúpula. Después vendría El hombre en llamas en la bóveda del Hospicio Cabañas de la misma ciudad.
Conocido como el paraninfo, el recinto aun no ha sido abierto al público, pero tal vez lo sea para el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos.