La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, externó su preocupación por la posible deportación a sus países de origen de niños migrantes y urgió a Washington a garantizar su protección. La crisis de los niños migrantes «saca a la luz la necesidad de garantizar que los derechos de los migrantes sean protegidos, especialmente los de los niños en tránsito”, afirmó Pillay en un encuentro con la Asociación de Corresponsales ante Naciones Unidas en Ginebra (ACANU).
La deportación de los niños sería viable «solo si su protección está garantizada en los lugares a donde son enviados”, subrayó la juez sudafricana, quien recordó que unos 57 mil niños solos sin sus familias se encuentran en territorio estadunidense. Consideró que existe un peligro real para los infantes debido a la existencia de redes de tráfico y trata de personas en los países de origen, las cuales deben ser «identificadas y desmanteladas».
Sostuvo que la detención de inmigrantes es el «último recurso» que debe ser utilizado contra ellos y deploró que las condiciones en los centros de detención son insalubres, sobrepoblados y que algunos de ellos no cuentan con suficientes colchones o ropa de cama limpia.