Desarrollan botones tecnológicos para curar tendones

El profesor del Tec de Monterrey, Ramsés Galaz desarrolla botones quirúrgicos bioabsorbibles para la reparación de tendones y ligamentos en cirugía ortopédica y, gracias a esa tecnología, fundó la compañía Ziptek.

“Es un cincho quirúrgico que disminuye la concentración de esfuerzos mecánicos en la interfase de sutura-tendón para reducir las tasas de desgarre prematuro. El dispositivo está diseñado para aminorar ese problema al redistribuir la fuerza en un área mayor ejercida por el botón quirúrgico bioabsorbible. México y Latinoamérica tienen mucha necesidad de tecnología médica de alto nivel a menor costo”, indicó el doctor Galáz.

Los botones quirúrgicos ya están aprobados para su uso en pacientes por la Food and Drug Administration (FDA) en Estados Unidos y buscan la homologación en la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en México.

Galaz Méndez es profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec de Monterrey y se unió con el doctor William Ben­nett, de la University of South Florida, quien es reconocido por tener amplios estudios en el campo de la ortopedia así como en medicina del deporte; trabajanen equipo en este proyecto que tiene presencia en México y Estados Unidos.

Juntos, los doctores Galáz y Bennett ya tienen 18 patentes de este dispositivo en diferentes países. “El haber obtenido una aprobación regulatoria en Estados Unidos es un logro significativo para cualquier empresa”, comentó Ramsés Galaz.

Este dispositivo recibió el primer lugar en la categoría Health Innovation Award y el segundo en Pitch Competition en la pasada edición del festival de emprendimiento INCMty.

Sus desarrollos no tienen nudos y permiten una reparación rápida y fácil en procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos, en los que el cirujano está trabajando en espacios pequeños o a través de pequeñas incisiones usando un artroscopio.

Los inventores consideran que actualmente se encuentran en una etapa en la que están dando a conocer sus botones a los pacientes para que acepten la nueva tecnología e, incluso, lleguen a preguntar a los médicos si son candidatos a usarla.