Sala de Arte Público Siqueiros, una restauración integral

El recinto reabre hoy tras una renovación total de su infraestructura y la rehabilitación de las obras del Patio de Murales.

CIUDAD DE MÉXICO.

El ala poniente de la obra Trazos de composición espacial para el mural La marcha de la humanidad hacia el cosmos, pintada por David Alfaro Siqueiros (1896-1974) en una superficie de 814 metros cuadrados, entre 1972 y 1973, en lo que fuera la sala-comedor de su casa, actual Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), se integró al espacio para el que fue concebida tras seis años de permanecer en restauración; el público la podrá apreciar de nuevo a partir de hoy, que se reabre el recinto ubicado en Polanco.

Ésta es una de las tres piezas que integran el Patio de Murales, junto con el Proyecto para una escuela del Estado de México, que el artista pintó como boceto para un encargo que le hiciera el gobierno mexiquense y que incluye una escultopintura en lámina de acero, y Homenaje a Vietnam, obras confeccionadas a partir de la fotografía.

Con una inversión de 24 millones de pesos y después de 15 meses de trabajos, se logró la restauración “integral y profunda, no cosmética” de la SAPS, en las instalaciones eléctricas e hidrosanitarias, los sistemas de circuito cerrado, luminarias y adecuación de oficinas y áreas comunes de la azotea.

El promotor cultural destacó que ahora queda por delante la tarea “monumental y rigurosa” que comprende la reorganización de los acervos. “Tal responsabilidad significa no solamente diagnosticar e inventariar la colección plástica, que comprende 356 obras (70 por ciento de Siqueiros), y más de 80 mil documentos, sino también la reorganización de nuestra memoria colectiva”.

Jiménez agregó que esta inversión “representa una garantía para que las nuevas y futuras generaciones gocen del derecho al conocimiento y al disfrute de la propuesta artística de Siqueiros, quien hizo aportes fundamentales al arte público”.

SIQUEIROS, LA NUEVA MODA

La obra La aurora de México, de David Alfaro Siqueiros (1896-1974), que evoca el espíritu obrero nacionalista y la historia del cardenismo, con énfasis en el petróleo, se exhibe en el espacio cultural de la Refinería de Dos Bocas Olmeca, cuya primera etapa fue inaugurada ayer en Tabasco.